miércoles, 4 de noviembre de 2009

Mi vecina del 9 (no vé, no vé)

Primero pensé que era muda, porque nunca hablaba. Después, sospeché que era una mujer golpeada y hasta lo comenté preocupada con mi familia. Al tiempo me enteré de que su esposo es un policía retirado, la ecuación cerraba bien.
Pero no, parece que la mina es agreta nomás, de naturaleza, y no tiene ningún problemita de violencia o en sus cuerdas vocales.
La cuestión es que mi vecina del noveno no puede sacarse la cara de orto que tiene todos los días, y me pregunto cómo hará para soportar una existencia tan amarga.
Las primeras veces que me la crucé, me cerraba la puerta al salir o no me esperaba para subir en el ascensor si veía que yo venía de la calle. Tipa jodida, si las hay.
Un día, la escuché hablar casi por primera vez. Le contaba a la portera que a su hija le habían robado la cartera que tenía dentro del auto estacionado, mientras esperaba a su hijo a la salida del jardín. Enojadísima estaba mi vecina. Entonces, fue cuando la entendí. La frase estaba reprimida en su interior y estalló por todos sus poros: "esos negros de mierda, hay que matarlos a todos!"
Reaccionaria había resultado la esposa del policía, no podía ser tan claro. Y entonces, una puerta que cerraba en mis narices y un ascensor que no me esperaba cobraron dimensiones alarmantes para una persona tan pacífica como la que suscribe.
Ya se tornó en una guerra personal. Creo que el gérmen de su comportamiento está en que tiene miedo. Se siente insegura en esta ciudad, en su edificio, en el ascensor... y hasta conmigo. Yo, que no le pego ni a un caballo para hacerlo galopar.
El problema es que mi vecina, con su actitud, está generando totalmente lo contrario en mí. De alguna manera inexplicable, siento deseos irrefenables de cagarla a trompadas cada vez que me cierra una puerta. Lo que en un principio fue compasión o hasta indiferencia, se tornó en una lucha cuerpo a cuerpo.
Aunque me resulta repugnante hablarle o compartir algo con esta señora, mis deseos de venganza son más fuertes y hacen que me apure para tomar el ascensor con ella e incomodarla.
Al verla salir detrás mío del edificio, cierro la puerta violentamente, lo mismo al verla llegar.
Ayer llegué y ella estaba esperando el ascensor, cuando éste al fin llega, mi vecina hace como que estaba esperando a alguien y no sube. Todo por no subir conmigo, claro está. Mejor, me ahorró el trabajo de llamar al ascensor.
También, en un momentó de debilidad ella entraba al edificio y le dije si quería que le dejara la puerta del ascensor abierta. Después de no devolver la cortesía y cerrar la puerta de calle como si nada, me responde: "anda mal la manija de la puerta de calle". (???????)
El otro día, entro con mi novio al edificio (se debe haber asustado al encontrar DOS personas, siendo una de ellas un masculino), y los dos ascensores estaban en planta baja. Ella abre la puerta de uno, y nosotros nos quedamos esperando para subir al mismo, cuando tan suspicazmente nos indica: "allá hay otro ascensor". A lo que mi novio le responde: "Sí, y ahí había otro. oh! dos ascensores!"

Sentimiento ambivalentes me embargan al pensar que, por un lado, la voy a matar un día de estos, pero por el otro, está bueno tener estos vecinos pirados, sino uno se aburre.

5 comentarios:

Santi dijo...

Jajaja, todos tenemos vecinos piruchos, agretas, etc. etc.
No todos tenemos 2 ascensores ;)
jua, se les complica más.

Más de una vez me pregunto, cómo será estar de ese "otro lado", me refiero a: ser el amargo, el irrespetuoso, el que no devuelve el saludo, el que te cierra la puerta en la cara pese a todo. Al rato recapacito y prefiero quedarme de "mi lado".

Soy demasiado sociable para no sociabilizar, yo optó por ignorar casi totalmente a las vecinas/os que me van cayendo mal.

Ana dijo...

Hace falta que te cuente lo que es vivir con vecinos psicóticos?????
Pero es verdad que te violentan, te dan ganas de matarlos, de mandarlos a la mierda o al menos de responderles igual. Pero al fin y al cabo si haces eso, no sos más que otra vecina agreta.
Ya bastante tiene esa gente con la vida de mierda que viven todos los días.

Pero igual seguí cerrándole la puerta, jajjajaaj

Blus dijo...

En los edificios sin ascensor estas cosas no pasan :P

Ahh los buenos vecinos, en el piso de abajo tenemos una mini-sucursal del Moyano...

Saludos!!

La Vidu dijo...

Santi: siempre de este lado y con escaleras :)

Ana: jajaj! sí, la mia me vilenta pero no me da miedo. Tu caso es pior... ay mamá...

Blus: parece q la escalera es la posta. Además te ejercita... jum...

Sunshine dijo...

Me dan ganas de buscar a tu vecina y cachetearla. Bien ahí la respuesta de S.