lunes, 9 de noviembre de 2009

A veces, un abrazo...

La noche anterior se había acostado llena de rabia. Pensó en él, el que hacía unos minutos había sido el futuro padre de sus hijos, la sonrisa con la que despertaba cada mañana, su motivo de felicidad... y tan de repente, pasó a ser el sujeto al que le dedicaba canciones en inglés mandándolo a la mierda... "why are you being a dickhead for? stop being a dickhead..."

Pensó que a la mañana siguiente, la ira cedería y entraría en razón. Recordaría una vez más los motivos que hicieron alguna vez amarlo tanto, escuchar su voz que calmó tantas angustias, extrañarlo... pero no pudo.

Aunque sabía que el chat no era una buena decisión, le habló cobardemente por ahí, y lo buscó, y lo encontró, y se lastimaron feo.

Se fue a comer. Tres bocados que no pasaban por la garganta y que no descansaban finalmente en un estómago duro de nervios, de enojo, de rencor.

Se fue a dormir un rato, pensando en que iba a poder hacerlo. Al fin y al cabo, la noche anterior sólo había podido dormir 4 horas, mientras pensaba en él, que estaría durmiendo plácidamente, sin culpas, ignorando las lágrimas que mojaban otra almohada.

No pudo. respiró hondo y pensó que no iba a poder soportar no hablarle, no verlo, no putearlo a la cara auqnue más no sea. Algo.

Mensaje: "no puedo dormir, voy a verte". Él: "Estoy en la calle. Nos encontramos".

Se puso los anteojos negros y no se arregló. Pensó en escuchar algo de la música que calma a las fieras, pero prefirió estar pendiente del celular, por las dudas.

Una cuadra de distancia y el corazón empezaba a latir. ¿por qué te ponés tan nerviosa? ¿no era él el futuro padre de tus hijos? ¿quién era él? los dos eran tan extraños de repente.

Y ahí estaba, del otro lado de la avenida. ¿y ahora qué le dig0? ¿cómo empiezo? ¿por qué hay tanta gente alrededor?, se suponía que eramos sólo los dos. "hola", supongo que sí. empezar con eso y caminar. buscar un lugar aislado, una plaza... una calle desierta... un algo.

Un metro de distancia y... hacé lo que puedas...

No pudo. No hizo nada. Él la abrazó, la abrazó fuerte y con toda su respiración contenida. La acarició y el cuerpo recordó por ella.