A veces las personas tienen esa cualidad irritable de decir las cosas de tal forma que tenés ganas de mandarlas a la mierda. Pero no. Y pensás "si en realidad la quiero, si seguro que sus intenciones fueron otras". Y bajás la guardia, y al toque: de nuevo, nadie apendió nada. Y las malas formas llevan a otras y de repente te odio como nunca y jamás te voy a perdonar. Pero no. Te perdono. Cuando entienda que fue el modo, que no quisiste (o sí, pero ya no querés), que vos también me querés todavía.
Molesta, molesta mucho cuando es por mail, por msn... ese tonito con el que te leo, lo adivino, me estás gozando... lo sé. TANTAS confusiones trajeron!. Y me relajo. Tal vez interpreté mal.... seguramente. Y sino, sos una mierda!!!. No. Interpreté mal.
Me mata tu silencio. que te mando mensajito y no me contestás!!!!. O no?, tal vez no le llegó. Tal vez no me puede contestar. Lo que jode es la incomunicación en la era de la comunicación.
Va con onda.
Sabés que te quiero.
2 comentarios:
El cristal con que se mira. cuando las ganas de peronar son más, son más. Y no hay nada que hacerle.
Así es. Nada que hacer. Porque en definitiva te volvés a acordar de lo que te olvidaste x un segundo en el momento del odio.
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