lunes, 17 de diciembre de 2007

Dejé q todo pasara, y chau...!!!

Ya no estoy allá.
No más "lo que necesito que hagas", ni "¿hoy tenemos reunión?" y, al toque, aguantar el sueño ahí con algún que otro mate mientras hablan sin parar de lo mismo. Mi problema era obesidad y ya pasó. NO PROBLEMS!
Basta de quejas constantes, tooodo el tiempo. Basta de anécdotas repetidas (ya las sabemos!!). Basta de escuchar cosas que no nos importaaaan de tu vida privada!. Listo, se terminó.
Ya no me preocupa cómo voy a mandar el siguiente cargamento por fedex, ni cómo van a entrar nuevas publicaciones en los diminutos espacios que quedaron libres. No averiguo más OP ni entro a su oficina a dejarle cosas y llevarme otras. No hay más sermones de cómo se debe mandar una carta (ya lo sé!) ni cómo ingresar una publicación.
No me preocupan que usen mi taza, la tengo conmigo. La otra, la rota, se las regalo.
El horario de comida lo manejo yo, y el aire acondicionado también. Pongo la música que quiero, al volumen que quiero... incluso escucho radio, tomá!.
Chau sellos, etiquetas naranjas, subir y bajar escaleras para mostrar publicaciones o conseguir autorizaciones al pedo porque todas quedan archivadas en MI cajón... y ya no estoy ahí.
Chau momia, mostruos y animales!!! chau mueble!!!!
Chau 71 con nenes insoportables (porque estos sí eran insoportables) y padres peores que se toman el bondi por 5 cuadras. Hasta luego recorrido interminable del bondi que ahora pega más vueltas por el paso bajo nivel de dorrego. Basta de levantarme temprano, basta del malhumor al llegar y rogar que pasen las horas rápido!!.
Chau viejo ortiva de la vuelta, Sí, vos, que leés La Nación y sabés que me bajo en A. Gallardo, dos paradas antes q vos, y te tirás al bondi primero reptando por el primer asiento que encuentres libre. Ya no te juego competencias, no me importa: no estoy ahí.
Chau escáner a último momento, chau compu que se apaga sola y me tengo que hacer cargo. Chau charlas furtivas en msn.
Basta de sol por 20 minutos!!! hola sol cuando quiero!!!!
chau señora amable del kiosco de mis últimos días de ché pibe.
Basta de ser Javier a la mañana y del riesgo de quedar mutando entre él y yo en enero y después.
Chau... también a los buenos compañeros que quedaron atrás, a las conversaciones al sol después de comer, a las risas del msn... a los favores bien pedidos, a la cordialidad, compañerismo y camadería. Chau a las "cabecillas" de producción. Eso es lo único que voy a extrañar.

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