Pasó hace algún tiempo, en una noche templada.
Estaban en una esquina y se despedían para volver a encontrarse al día siguiente. Se abrazaron y se besaron mucho. Siempre les pasaba lo mismo, no podían dejarse ir.
Al lado suyo caminó un perro y, un poco más atrás, una mujer que los miró y le dijo a ella con una sonrisa: "¡mirá cómo te quiere!".
La mujer siguió su camino. Ellos se miraron y sonrieron.
2 comentarios:
que lindo que la gente se quiera!
eso mismo!
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