La plaza se convierte en la Plaza de Maio, y casi que no es mía.
Pero ayer, al volver a recorrerla, volví a emocionarme cuando las ví caminando alrededor de la pirámide. Fue muy loco darme cuenta de que era jueves sólo porque ellas estaban ahí.
Las fotos seguían, y las cámaras también. Pero ya no se interrogaban entre sí, sino que registraban a las locas de la plaza, que bien testarudas e incondicionales, siguen dando vueltas... todos los jueves.

Foto: Madres de Plaza de Mayo
2 comentarios:
Yo no puedo evitar emocionarme cuando pienso en la lucha de esas mujeres. Qué ovarios!!!!!
cuanta justa lucha!
y por tanto tiempo postergadas
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