viernes, 4 de abril de 2008

Educando a cupido

Lo escuché decir en un programa: "La educación amorosa es terrible y arruina el amor presente". Alejandro Dolina fue el autor de estas palabras con las que simpaticé mientras las pronunciaba.
La teoría del zapatito de cristal, de la media naranja, del amor eterno y las historias fantásticas de amor a primera vista, nos llenan de incertidumbre y dilatan el encuentro del amor. Pensar que en cualquier momento nos cruzaremos con el amor de nuestras vidas (como si tal cosa existiera a priori) retarda aún más ese momento. Sería maravilloso ver a esa persona y saber en el instante que es él/ella. Pero no sucede así. Al menos yo no creo que suceda así. Adhiero, en cambio, a la teoría de descubrir ese amor con el paso del tiempo.
Dolina también dijo: "El enamorado no puede hacer nada por modificar el objeto de su deseo por más que lo quiera hacer encajar en ese zapato de cristal". Nada podemos hacer si nuestro amor no es personalmente lo que habíamos imaginado. Estamos enamorados porque tenemos ese sentimiento que siempre quisimos tener, ese es para mí el zapato que soñamos. Y, nuevamente, hay que descubrirlo con el tiempo, los momentos, las compañías, los diálogos, los cuidados, etc.
Sin embargo, seguimos pensando si será él/ella, si durará para siempre... porque el amor es eterno, ¿o no?. Y el enamorado pide que le juren que lo van a querer para siempre. ¿Cómo prometer amar mañana si no lo sé?¿cómo jurarlo?. Podemos conjeturarlo, podemos poner nuestros deseos presentes en el mañana, pero no podemos jurar. Da un poco de miedo. Miedo al fracaso, al ya no ser querido. Pero el miedo paraliza y necesitamos la seguridad.
Por eso esta educación amorosa paraliza el presente, porque pensando en un futuro no se disfruta del objeto de deseo del hoy.

4 comentarios:

Ana dijo...

Creo que el principe azul destiñe, pero nosotras no somos tan cenicientas como para pretender la perfección del otro.

El amor no dura para siempre de la misma manera, va cambiando con el tiempo, con las historias que se suman, con lo momentos y dolores compartidos.
Ese deseo juvenil se transforma en un rico mate cebado mientras los nietos corren cerca, pero sigue siendo amor. Con otras intensidades, son otras formas y otros cuerpos, pero(yo quiero pensar que) sigue siendo amor.
Besotes

La Vidu dijo...

:D yo quiero pensar lo mismo. El amor va cambiando y me encanta que sea así.

Lale dijo...

bueeenooo sho no creo en el amor para toda la vida, pero hace la mitad de la mia que amo al mismo cashivashe. esssplicamelo.

dice la canción que el amor es eterno mientras dura. y que brindemos, que hoy es siempre todavía.

La Vidu dijo...

jaja, me quedo con las frases de la canción. Es cierto y relajado.
No le permito que llame cashivashe al ratón! jajaja...
No te lo puedo explicar. Simplemente hay cosas que funcionan así, independientemente de nosotros, por suerte.